Cavar el Pozo Interior – Midot a Mejorar y su Evolución

Mi Propósito

El alma ya es pura, profunda y luminosa. Pero para acceder a su luz, necesitamos cavar. Cada capa que removemos nos acerca al manantial interior. Este pozo representa nuestro kli (recipiente): cuanto más hondo lo cavamos, más luz puede contener.

Las Midot como Piedras

Midot negativas: la forma de cavar

Son como piedras que bloquean el acceso al agua viva del alma. Algunas son grandes y pesadas: orgullo, ira, pereza. Otras son pequeñas pero numerosas: quejas, juicios, envidia. Cada una que identificamos y trabajamos, abre paso a una midá positiva.

  • La ira puede transformarse en pasión equilibrada.
  • El orgullo en dignidad y humildad activa.
  • La pereza en reposo consciente y acción alineada.

Midot Positivas: las piedras de los muros y pilares del pozo

Mientras las midot negativas actúan como la forma de cavar —abriendo brechas hacia nuestro interior—, las midot positivas son las piedras que refuerzan los muros y pilares del pozo. Son cualidades que construyen estructura, sostienen nuestra mirada hacia la luz y, al compartirlas, ensanchan el diámetro del pozo para otros.

  • Gratitud
    Cada acto de gratitud es una piedra lisa y luminosa que recubre el muro, recordándonos nuestras bendiciones y equilibrando el esfuerzo de cavar con el reconocimiento de lo recibido.
  • Generosidad
    Como un bloque sólido en el pilar, la generosidad fortalece la pared del pozo: dar tiempo, palabras amables o recursos refuerza nuestra propia estabilidad interna y nutre el suelo de quien recibe.
  • Compasión
    Una piedra porosa y acogedora que absorbe el dolor ajeno y aligera la carga de todos. Al practicarla, suavizamos los bordes ásperos del pozo y evitamos que la profundidad se convierta en aislamiento.
  • Paciencia
    Piedra maciza y de gran resistencia, la paciencia amortigua la presión de las pruebas y mantiene el pozo firme mientras el proceso interior avanza a su propio ritmo.
  • Humildad
    Traslúcida y casi invisible, esta piedra permite que la luz penetre desde arriba sin obstáculos de ego; nos recuerda que todos cavamos al mismo pozo de la existencia.
  • Confianza
    Como un pilar central, la confianza sostiene el techo de nuestro pozo personal: creer en nosotros mismos, en los demás y en un propósito mayor evita el derrumbe de nuestras esperanzas.

Compartir las piedras

A veces estas piedras no solo refuerzan nuestro propio pozo, sino que podemos ofrecerlas a quienes están cavando junto a nosotros:

  • Una palabra de gratitud puede iluminar el pozo de un amigo.
  • Un gesto generoso ayuda a apuntalar el pilar de alguien que se siente inestable.
  • Mostrar compasión al prójimo refuerza la estructura comunitaria.
    De este modo, las midot positivas se convierten en un andamiaje común: mientras profundizamos en nuestro propio pozo, extendemos la fuerza de sus muros a quienes nos rodean.

Evolución: De Carbón a Diamante

El trabajo sobre las midot no es solo limpieza: es transformación. Como el carbón que, bajo presión y tiempo, se convierte en diamante, así también nuestras midot pulidas se vuelven virtudes resplandecientes. Las piedras removidas pueden formar el muro de contención que sostiene nuestro crecimiento: estructuras de conciencia, límites sanos y hábitos buenos.

Un Pozo que Fluye

Cuando el pozo se limpia, el agua comienza a fluir. Esta agua representa la sabiduría, la alegría, la claridad interior. El alma empieza a respirar. La vida se vuelve más liviana, más conectada. Cavar el pozo no es un evento, sino un proceso continuo.

“Con humildad y constancia, el alma se deja ver. Con amor y verdad, el alma se deja vivir.”